Se marchita la rosa...
Se quedó sin voluntad de aromas aquella rosa, y con veinte años mas encima, lentamente se marchita. Ya no ríe con la caricia de la voz del sol, ni tampoco con el dulce aleteo del colibrí.
Calla y observa desde su jardín lo que un día le dió tanta alegría y ganas de vivir.
Se marchita sin decir palabras, sin lamentarse, pero en su tallo lleva todo lo que quiere gritar y descubre de nuevo, que está sola en aquel inmenso jardín, que nadie la escucha ni la escucharán.
K. AMOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario